
I don´t want to talk about it vs. It never rains in Southern California
Vaya por delante que I don´t want to talk about it es un buen ejemplo de que sencillez y genialidad no son incompatibles. Esta joya del country-rock fue escrita por Danny Whitten y grabada por su grupo Crazy Horse, en febrero de 1971:
I can tell by your eyes that you’ve probably been cryin’ forever
And the stars in the sky don’t mean nothin’ to you, they’re a mirror
I don’t want to talk about it, how you broke my heart
If I stay here just a little bit longer
If I stay here, won’t you listen to my heart, whoa, heart?
If I stand all alone, will the shadow hide the color of my heart
Blue for the tears, black for the night’s fears
The stars in the sky don’t mean nothin’ to you, they’re a mirror
I don’t want to talk about it, how you broke my heart
If I stay here just a little bit longer
If I stay here, won’t you listen to my heart, whoa, heart?
I don’t want to talk about it, how you broke this old heart
If I stay here just a little bit longer
If I stay here, won’t you listen to my heart, whoa, heart?
My heart, whoa, heart
Muchos artistas han hecho suyo este tema, como por ejemplo, a finales de los 80, Everything but the girl. A continuación, la versión más conocida, de Rod Stewart en su álbum Atlantic Crossing (1975):
Danny Whitten, el autor de esta excepcional canción, falleció antes de cumplir treinta años. Seguro que hubiese podido componer otras muchas grandes canciones. Sus problemas con la heroína ya le habían costado la expulsión de Crazy Horse, así que Neil Young lo había reclutado para la gira de promoción del Harvest. Sin embargo, su incapacidad para seguir en los ensayos al resto de la banda, motivada por sus problemas con las drogas, supuso que Young también tuviese que prescindir de él. Le dio 50 dólares y un billete de avión para regresar a Los Ángeles. Era el 18 de noviembre de 1972. Ese mismo día, una horas después, Danny falleció como consecuencia de una sobredosis de alcohol y valium.
Para Young se sumaron dos pérdidas muy dolorosas, tanto la muerte de Whitten como la del roadie Bruce Berry, también por sobredosis de cocaína y heroína, acontecida sólo unos meses después. El dolor por los amigos ausentes fue uno de los catalizadores del siguiente álbum de Young, Tonight´s the Night.
Danny Whitten… un parecido importante con Kurt Cobain
Rod Stewart, crooner de crooners… con un peinado a la altura de su voz
Ojo, en la grabación de I don´t want to talk about it no podríamos decir que Whitten estuviese solo. Más bien, todo lo contrario, lo hizo muy bien rodeado: Ry Cooder en la slide guitar y Nils Lofgren en la guitarra acústica. Sobre el origen de la canción, el propio Nils explica que para él es una de las mejores baladas que se hayan escrito jamás: «Le dijimos a Danny que teníamos que grabar esta canción. Es una gran canción. Y Danny decía que todavía no, que le faltaba una segunda estrofa… y así estuvimos durante meses. Así que salí del estudio, escribí unas líneas rápidamente y se las enseñé. A Danny le pareció bien y grabamos».
Apenas un año después de la publicación de I don´t want to talk about it (febrero de 1971), y sólo un mes antes de la muerte de Danny Whitten, en octubre de 1972, el gibraltareño Albert Hammond (padre del guitarrista de Strokes, y al que ya nos referimos en un artículo sobre Creep y The air that I breathe) lanza su canción más conocida, It never rains in Southern California.
Al sur de California puede que no llueva, pero las buenas ideas sí se transmiten e inspiran otras buenas ideas. La estrofa de la canción de Hammond, a un ritmo más rápido, se parece mucho a la maravilla que nos dejó Whitten.
La parte del estribillo de I don´t want to talk about it también me recuerda en la caída de acordes a Wonderful Tonight de Clapton (del año 1977), pero eso reconozco que ya pueden ser cosas mías. El parecido entre la estrofa de la canción de Danny Whitten y la de Hammond me parece más evidente.
En fin, Whitten deja esta inmensa canción, que seguramente inspiró a otras, y una triste historia por su desaparición tan temprana. Un ejemplo más, entre tantos otros, de personas altamente sensibles y, tal vez por ello, más vulnerables y expuestas al abuso de sustancias y adicciones, de talentos desperdiciados y vidas que se fueron a la deriva. Ese exceso de sensibilidad, esa fragilidad artística, puede funcionar como un don que lleve a escribir cosas geniales o como un lastre que hace difícil sobrellevar los días.
Stuck in a moment you can´t get out of vs. Waiting on the world to change
Terminaba el año 2000 y U2 publicaba su esperado nuevo álbum All the things you leave behind. El segundo single fue Stuck in a moment, una canción dedicada a la memoria de Michael Hutchence, líder de la banda australiana INXS, que también tuvo un final luctuoso. Bono y Hutchence eran amigos cercanos. Como apunte curioso, en la grabación de esta canción contaron con la colaboración de Mick Jagger y su hija Elizabeth (que entonces tenía dieciséis años). Finalmente la canción fue por otros derroteros y las pistas de Jaggger y su hija no se utilizaron. El mensaje de la canción es optimista: por muy complicada que pueda resultar una situación, todo acaba por pasar.
And if, and if the night runs over
And if the day won’t last
And if your way should falter
Along the stony pass
It’s just a moment, this time will pass
Pues bien, de esta canción de la banda irlandesa, el guitarrista y compositor John Mayer tomó algo más que una simple idea en Waiting on the world to change. Hace apenas unos meses, estaba con el amigo Montanary en un bar donde un grupo versionaba canciones famosas. Escuchábamos esta de Waiting on the world to change y yo creía que era la de U2, hasta que el Shazam nos sacó de dudas. Juzguen ustedes mismos, pero creo que en este caso el parecido es un poco escandaloso. Hasta el riff del principio es un copia-pega en toda regla:
Bruce Springsteen – Hits patrios de los 80
Sí, así como lo oyen. ¿Qué puede tener en común Bruce con la Movida Madrileña? De primeras puede sonar extraño, pero vayamos a una de las canciones más populares, del año 1983, de Alaska y Dinarama, con el genial Carlos Berlanga en la composición:
Detrás de la muerte de René, las perlas y las flores pisoteadas… ¿el riff no es el de Born to Run?
Y Los Inhumanos, aquel grupo ochentero valenciano -un colectivo, más que grupo: ¡eran 12!- , cuando nos prevenían de la difícil práctica de las artes amorosas en un Simca 1000, ¿realmente no querrían decir que todos tenemos un corazón hambriento? : )
Hasta aquí el repaso de similitudes (o algo más) entre canciones. Revisando el artículo por última vez, me ha vuelto a fascinar I don´t want to talk about it. Vaya joya de canción.
Mucho ánimo a todos, que ya queda menos para salir definitivamente del confinamiento y el verano está a la vuelta de la esquina. Aunque posiblemente no habrá locales abiertos para celebrar el segundo aniversario de But We Like It, ¡algo se nos ocurrirá!