Cada día a las ocho de la tarde, desde hace semanas, un aplauso tiene lugar en multitud de balcones y ventanas de todo el estado. Es un gesto con el que la ciudadanía reconoce el esfuerzo y sacrificio del personal sanitario frente al virus que nos mantiene recluidos.
Inspirado por ese espíritu de gratitud, y armado con una cámara y todo el tiempo que brinda el confinamiento, me dispuse a investigar mi colección de discos, en busca de a qué y a quiénes dan las gracias los músicos cuando publican su obra. Aquí el resultado.
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GRACIAS A DIOS
Q-Tip y Ali Shaheed Muhammad, dos de los miembros de A Tribe Called Quest practican el Islam, por lo que no es de extrañar que se acuerden de «our creator» cuando dan las gracias. Más explícito y contundente, Kamasi Washington abre así su acción de gracias en el álbum The Epic: «God, my lord and savior Jesus Christ who makes all things possible». En un tono menos trascendental, nuestro amigo Mac DeMarco se acuerda de «Jesus, thank God, yeah baby!», mientras que la banda de slow-core Low, conocidos por su fe mormona, guarda siempre un recuerdo para su comunidad. Otros que también tienen presente a su dios y le dan las gracias de forma explícita cuando hay ocasión son M. Ward o Jack White (pero dejemos al bueno de White para más adelante, que lo suyo bien vale un párrafo propio). Por último, y en un tono irónico y socarrón, el duo italiano de garage The Devils dedican unas palabras al Papa Francisco y a Radio María, muy en línea con su provocador atuendo.
GRACIAS A LA FAMILIA
Son muchos los artistas que reconocen el apoyo y comprensión de sus familias. Hay multitud de ejemplos en los que se hace una mención escueta o genérica a «nuestras familias», a «mum & dad» y frases por el estilo. Pero, de entre todas las alusiones a la familia, llama la atención la que Leonard Cohen le dedica a su hijo Adam en los créditos de You Want It Darker. El viejo trovador, de manera sincera y profunda, le reconoce el esfuerzo que hizo alentando a su padre en momentos muy difíciles, para que sacara adelante la grabación. Llega Cohen a admitir que de ello dependió prácticamente su supervivencia o, como mínimo, su recuperación.
GRACIAS INDIVIDUALIZADAS
Innumerables notas de agradecimiento incluyen alusiones a personas concretas y relativamente conocidas, por haber sido fuentes de inspiración, o haber colaborado de alguna manera en los proyectos. Enrique Morente dedica unas líneas a la familia de Lorca y a poetas amigos en el libreto de Omega. Los Nirvana de In Utero citan, entre otros a Burroughs y Tarantino. Los Rolling Stones tenían al menos el gesto de no olvidar a Ian Stewart, quien fuera teclista y miembro de la formación original de la banda hasta que el manager Andrew Loog Oldham decidió apartarlo por no casar con la imagen que quería para el grupo. Es gracioso también cómo Vainica Doble agradecían al Gran Wyoming el no haber aparecido por allí [por las sesiones de Taquicardia, entendemos].
GRACIAS INDIVIDUALIZADAS (Y DETALLADAS)
Ciertos artistas se toman los agradecimientos muy en serio. Basta echar un ojo al libreto que acompaña el álbum Bon Iver, Bon Iver, en el que Justin Vernon hace un extenso repaso (dos páginas) de aquellos que han hecho de él quien es, o del disco lo que es, dedicándoles comentarios y guiños personalizados y cargados de ternura. John Grantt se acuerda hasta de la familia de su manager en las notas de Pale Green Ghosts, y Aldous Harding desprende cariño y nostalgia cuando apela a momentos íntimos y concretos de su infancia compartidos con sus familiares más cercanos con motivo de la publicación del álbum Designer.
GRACIAS A OTROS MÚSICOS
El gremio es el gremio, y las giras, sesiones de grabación, festivales o colaboraciones acaban haciendo del rock un mundillo en el que casi todo el mundo se conoce. Es muy habitual encontrar agradecimientos a otros grupos, casi siempre por amistad y colegueo. Así, Sharon Van Etten siempre incluye una lista de escuchas recomendadas en las carpetas de sus discos, con bandas de su entorno. Vemos también guiños de compadreo en los agradecimientos de Dinosaur Jr., cuando J. Mascis usa nombres de pila -Kim y Thurston- para dar las gracias a Sonic Youth. Por otro lado, los hay que rinden homenaje y reconocimiento a músicos que, aun no siendo cercanos, les han inspirado o influido enormemente. Holy Wave usan toda la contraportada del Freaks Of Nurture para enumerar grupos, mientras que Diabologum citan a Neil Young, Funkadelic, Sepultura o Tortoise. Por último, David Byrne y Annie Clark (St. Vincent) reconocen la inspiración que les proporcionaron ciertas brass bands para las composiciones de su álbum conjunto Love This Giant.
GRACIAS EN FORMA DE CANCIÓN
Cuando se trata de ser agradecido, Atención Tsunami merecen una mención especial. Como se describe en las notas interiores de su álbum Que Le Corten La Cabeza, la lista de agradecimientos creció hasta acabar convirtiéndose en una canción del disco. En ella repasan amistades, bandas amigas, estudios de grabación, salas de conciertos o festivales que han dejado huella en ellos como grupo.
GRACIAS CON REGALO
Si Atención Tsunami dan las gracias con canciones, Rosvita no se quedan atrás. Los madrileños reconocen el apoyo recibido por parte de todos los mecenas que contribuyeron a publicar Mítico Mítico con una medalla personalizada para cada «splendida patronvs«. Otros que también llevan el agradecimiento un paso más allá en cuanto a formato son Guadalupe Plata. Al parecer la virgen Chiquitilla del Gavellar les libró del robo de sus instrumentos, y en agradecimiento por haberles evitado el mal trago, ellos hicieron unas estampitas conmemorativas, con reliquia incluída.
GRACIAS A LA GENTE
De entre todos los agradecimientos, son quizá los dirigidos a la gente normal los que más te acercan a una banda al escudriñar sus discos. Cuando un grupo le da las gracias -citando a SraSrSra– a la «peña que está donde tiene que estar» se te viene una sonrisa de complicidad a la cara. Cuando REM le hacen un reconocimiento al Weaver D’s, un bar en Athens (Georgia) cuyo lema Automatic For The People da título al álbum, no puedes más que pensar que ellos también son buena gente. Cuando Michel Cloup se acuerda de los que acuden a sus conciertos o le han ofrecido un trago, ves en él a alguien sencillo y cercano. Cuando The Polyphonic Spree agradece la escucha incluso a los que han robado su disco, te das cuenta de que lo que más les importa es la música y el mensaje que quieren transmitir. Cuando MGMT mencionan entre aquellos a quienes dan las gracias a una tienda de antigüedades, y hasta al departamento del Sheriff del condado de Mayville, es que esos tipos conocen el terreno por el que se mueven. Tanto como The War on Drugs, compartiendo un listado de buenas tiendas de discos por todo Estados Unidos. Y, como sumun de los agradecimientos sinceros y cercanos, los de Steve Wonder en Songs In The Key Of Life: se acuerda de su escuela, profesores y compañeros de la infancia, del personal del colegio para ciegos de Michigan, de médicos, azafatos, recepcionistas, amigos y enemigos… y para todos tiene algo bueno que decir.
GRACIAS VARIAS
Llegamos al cajón de sastre de los reconocimientos. Bastantes músicos agradecen el trabajo de sus casas de discos y distribuidoras (véase Caribou con Merge / City Slang, o Low con Rough Trade / Secretly Canadian / Sub Pop). Alguna que otra banda se acuerda hasta de sus proveedores de material (amplis, cables, instrumentos) y de su luthier, técnicos de sonido o de luces. La crítica y la prensa (sobre todo la radio) se deja ver en algunas carpetas, sobre todo de grupos más pequeños. Ahí quedan los agradecimientos de Los Flechazos a Radio 3, Julio Ruiz, Jesús Ordovás y Diego A. Manrique. Los hay que, como Jeff Buckley, no pierden la oportunidad de citar a su gato. Y luego están las drogas. Seguro que los discos están plagados de guiños y nombres en clave para reconocer la importancia que hayan podido tener ciertas sustancias en su concepción. Pero no hace falta ser un lince para ver por dónde iban los tiros cuando Black Sabbath dan las gracias a «the great COKE-Cola Company of Los Angeles» en las notas interiores del Vol. 4.
GRACIAS (VERSIÓN JACK WHITE)
Como ya adelantamos al principio, las notas de agradecimiento en Lazaretto de nuestro querido Jack White meritan una lectura detallada. Como muestra, ahí se dan cita tres Johnny Walkers (un barbero, un musictrician y el wiski), la comida, el beisbol, la madera, National Geographic, internet, los ladrillos, la pintura al óleo, los zapatos, las pelis de los 70 y las de los 80, los abogados o el café. ¿Alguien da mas?
Quien guste de sumergirse en las notas de créditos de los discos bien podrá pasar un rato curioseando la siguiente galería de fotos, que contiene el material en bruto que dio lugar a este artículo.