
Como una tarjeta de presentación, el nombre de una banda va más allá de las palabras y se convierte en un elemento tan poderoso como su presencia escénica o su universo visual. Es el significante que ayuda a situar al artista en unas coordenadas estilísticas, geográficas e incluso temporales: de alguna manera nuestro instinto nos dice que algo tendrán que ver The Flaming Lips con la psicodelia, mientras que Putochinomaricón no puede ser otra cosa que techno-pop provocador.
Evocador o mundano, ultra-elaborado o simple, sesudo o básico, un buen nombre tiene la capacidad de captar la atención del público antes incluso de la primera escucha. También puede ser el reflejo de la actitud del grupo, de su posicionamiento político o introducirnos en su imaginario de referencia. Al contrario, el nombre también puede formar parte de un juego de despiste, una trampa que se revelará cuando suene la música. ¿Acaso no es esto lo que le pasaría a cualquiera que se acerque a Swans pensando que encontrará música delicada y celestial?
Lo que sigue no deja de ser una enumeración de grupos sin más relación, a priori, que el haberse bautizado de una manera peculiar. Porque nada tienen que ver los mathrockeros británicos And So I Watch You From Afar, con los indies Clap Your Hands Say Yeah, ni con los argentinos Él Mató A Un Policía Motorizado, salvo que los tres nombres apelan a una tercera persona, observada, observadora o partícipe de lo que cuentan o describen.
Otros nombres que apelan, pero con un rollo más épico y poderoso, son I Love You But I’ve Chosen Darkness, a base de indie con trazas postpunk, o …And You Will Know Us By The Trail Of Dead. Éstos contaban la historia de que el nombre lo tomaron de un verso de una oración Maya a los dioses del maíz. Molaba, aunque más tarde reconocerían que era todo invención suya.
Poder, fuerza y garra también transmiten nombres como They Might Be Giants, Explosions In The Sky (se les ocurrió mientras descargaban la furgo antes de un concierto un 4 de Julio, durante los fuegos artificiales), así como el de los australianos Tropical Fuck Storm que, como se puede comprobar más abajo, de tropicalistas tienen más bien poco.
Antes de cambiar de tercio, todos sabemos que, bien usada, the F*** word es garantía de atención. En Brístol la usaron los Fuck Buttons, duo de electrónica oscura y psicodélica. Y cruzando el charco, en Toronto, los Fucked Up consiguen un contraste magistral entre ese nombre, más la aparatosa presencia física de su líder, y los coros angelicales de la bajista, dando lugar a una especie de hardcore amable y pop.
Como en el cine, otro gancho que funciona y capta nuestra atención es la violencia. Que levante la mano el que no tenga unas ganas incontrolables de saber qué tienen que ofrecer unos músicos que se hagan llamar Bikini Kill, A Place To Bury Strangers, My Bloody Valentine o Unknown Mortal Orchestra.
Es la violencia la que despierta una curiosidad morbosa que nos lleva a poner por primera vez un disco de The Brianjonestown Massacre. Anton Newcombe bromeaba diciendo que esa combinación –entre el nombre del trágicamente fallecido líder de los Rolling Stones y el de la comunidad donde más de 900 miembros de la secta liderada por Jim Jones se suicidaron colectivamente en 1978– fue solo fruto del consumo de LSD. De eso y de que Led Zeppelin ya estaba cogido.

Los juegos de palabras son otro recurso, y más arriba ya se ha visto algún que otro ejemplo. Otro podría ser Public Image Ltd. (aka P.i.L.), la banda que puso en marcha el bueno de John Lydon (aka Johnny Rotten) tras la separación de los Sex Pistols. Inspirado en el título de una novela, el acrónimo acaba pareciendo una referencia a las pastillas. También se puede jugar con las palabras distorsionando su significado, situándolas en contextos inusuales (The Apples In Stereo, TV On The Radio), o explotando su sonoridad al combinarlas (King Gizzard & The Lizard Wizard, Yo La Tengo).

Y es que a veces no hay que tomárselo tan en serio para dar con un nombre molón para tu banda. Miremos a los madrileños Grabba Grabba Tape, con su guiño inteligente al mantra Gabba Gabba Hey! de los Ramones. (Por cierto, que sus trajes peludos de los conciertos siempre me llevan mentalmente a Super Furry Animals, que de gamberros con nombre molón también tienen lo suyo). Otros socarrones a los que prestar atención son Car Seat Headrest o The The quienes, haciendo de lo ordinario su bandera, acaban consiguiendo que nos paremos en sus discos cuando rebuscamos en una cubeta. Y si de simplicidad y sentido del humor va la cosa, cómo no hacer una parada en la resonancia onomatopéyica de Wau Y Los Arrrghs!!, y en lo cool que es llamarse Yeah Yeah Yeahs o !!!. (Otra anécdota: la tripe exclamación con la que firman el combo que mejor combina el dance, el punk y el funk la tomaron de los subtítulos de la película Los Dioses Deben Estar Locos).

También hay algo de chiste cuando una banda podría perfectamente inscribirse en el registro mercantil solo añadiendo un “SL” al final de su nombre. Invierta el lector su dinero en Sunny Day Real Estate, Magnolia Electric Co. y British Sea Power y obtenga a la vez rendimiento económico y goce sonoro.
Por último, están los nombres extraños. El Columpio Asesino o Derby Motoreta’s Burrito Kachimba te hacen preguntarte si esconden un significado oculto. Otros ya son leyenda del rock, como el de (para muchos) la mejor banda jamás salida de Liverpool, Echo & The Bunnymen. (Y no, Echo no era el nombre de la caja de ritmos). Orchestral Manoeuvres In The Dark tampoco se queda corto si se trata de nombres raros.

Sirva este recorrido por la onomástica más elaborada del rock como muestra de la importancia de envolver la música con un buen nombre. Un grupo bien bautizado conseguirá amplificar su mensaje, a la vez que crear un imaginario particular, simplemente con las ideas que evoque su nombre. Aunque quizás no habría nada mejor para demostrar la importancia de un buen nombre que analizar lo desastroso que puede ser elegir uno malo. Pero dejemos eso para un futuro artículo. Por el momento aquí queda una lista de otros que, a nuestro juicio, supieron ser originales y tener gusto, inteligencia o sentido del humor a la hora de elegir sus alias:
[…] A Tribe Called Quest, Against All Logic, Broken Social Scene, Built To Spill, Compro Oro, Death Cab For Cutie, Dexys Midnight Runners, The Dream Syndicate, The Durutti Column, The Suicide Of Western Culture, Godspeed You! Black Emperor, The Good The Bad & The Queen, Guided By Voices, I Break Horses, It’s Not Night: It’s Space, La Banda Trapera Del Río, Le Hammond Inferno, Melt-Banana, Melt Yourself Down, Mission Of Burma, Overwhelming Colorfast, Rage Against The Machine, Reserva Espiritual De Occidente, Rolling Blackouts Coastal Fever, The Sisters Of Mercy, Steal Shit Do Drugs, Totally Enormous Extinct Dinosaurs, Vigilante Gitano, Young Marble Giants […]