Serge Gainsbourg alcanzó con esta canción uno de los éxitos más importantes de su carrera. A día de hoy, más de medio siglo después, su atmósfera mantiene la misma capacidad de sorprender en cada escucha. Sensual, polémica, irreverente, hipnotizadora… una pieza única de un artista inclasificable.
GAINSBOURG Y BB
Año 1967, Serge Gainsgbourg (39 años) tiene un romance extramarital con la actriz Brigitte Bardot (33 años). Ella le pide que le escriba la canción de amor más bella que pudiera imaginar y se va a dormir. En esa productiva noche, Gainsbourg, al piano, compone dos de sus canciones más conocidas, ambas inspiradas por Bardot: Je t´aime non plus y Bonny and Clyde.
Esta es la canción original, interpretada por Brigitte Bardot:
Bardot trata de parar el lanzamiento de la canción, asustada por la polémica que rodea a la grabación. Se comenta que los jadeos finales de la canción eran reales. El marido de la actriz, el empresario alemán Gunter Sachs, también intenta bloquear la comercialización y, a pesar de que Bardot pide a Serge que detenga la publicación, Gainsbourg se mantiene firme: «La música de esta canción es pura. Por primera vez en mi vida he escrito una canción de amor, y la gente lo está malinterpretando».
GAINSBOURG Y JANE BIRKIN
El músico francés -al que, irónicamente, se conoce como «el feo más guapo» de la historia, por su lista de conquistas amorosas-, una vez que rompe con Bardot, comienza una nueva relación con la actriz inglesa Jane Birkin. Gainsbourg tiene querencia por ese perfil de mujer: actriz, guapa y joven. Con Birkin vuelve a grabar la canción (año 1969), y es precisamente esta versión la que se convierte en un éxito mundial. A diferencia de la versión grabada por Bardot, podéis observar que a Birkin le hace cantar en una octava más alta, casi al límite de su registro:
DE QUÉ HABLA LA CANCIÓN…
Lo obvio: una conversación entre dos amantes mientras tienen sexo. De ahí, la polémica por los jadeos (impostados o no, durante la grabación) y el orgasmo final de Birkin. Se prohibe la venta del single a menores de 21 años y la canción es censurada en las emisoras de España, Suecia, Brasil, Reino Unido, Italia y Portugal. En Francia sólo se permite su emisión después de las 11 de la noche, y hasta el Vaticano y L´Osservatore Romano denuncian su contenido. Obviamente, se convierte en un éxito rotundo (a finales de los 60, también existía el efecto Streisand). Gainsbourg -haciendo amigos-, comenta sobre la polémica, que el Papa es su mejor relaciones públicas.
Aunque, en la traducción de la canción, observamos partes del diálogo que describen de forma explícita el encuentro sexual, por ejemplo:
«…yo voy, yo voy y vengo,
entre tus caderas
yo voy y vengo
entre tus caderas
y me retengo…»
El propio Gainsbourg explica que no es una canción sobre sexo, sino todo lo contrario. Es una canción de amor. Y es una canción sobre la imposibilidad del amor físico. Uno de los versos finales recoge esta idea:
«L´amour physique est sans issue (el amor físico es sin esperanza)»
El título de la canción es un juego de palabras entre los amantes: «Te quiero… yo tampoco» que Gainsbourg toma de unas declaraciones de Dalí a propósito de Picasso: «Picasso es español, yo también. Picasso es un genio, yo también. Picasso es comunista, yo tampoco».
Serge y Jane, la bella… y el músico
VERSIONES
Personalmente, lo que más me gusta de esta canción es la línea de bajo inicial (recuerda un poco a The Jokerman de la Steve Miller Band, año 1974), la melodía y esa atmósfera increíble que se crea. Prefiero la versión de Birkin a la de Bardot, con esas notas agudas casi imposibles. Independientemente de la polémica erótica, de si el sexo era real o no, etc… la canción es inmensa. La letra podría hablar de cualquier otra cosa y seguiría epatando en la primera escucha.
Ha habido muchas versiones de esta canción y sampleados. Algunos ejemplos:
¿Esa línea de bajo es de Gainsbourg (1967) o de la Steve Miller Band (1973)?
Texas, «Guitar Song»
Brigiette, Jane… Kylie
DEL MOI NON PLUS… AL ME TOO
Como la policía de lo correcto no descansa, parece que ahora -a buenas horas- quieren señalar a Gainsbourg como el Harvey Weinstein francés. Es evidente que le gustaba mucho provocar y siempre jugó al límite. Por ejemplo, sugiriendo en esta canción una relación incestuosa con su propia hija, Charlotte:
O cuando en un programa de la televisión francesa le dijo lo que le dijo, en directo, a Whitney Houston…
O aquella vez en que quemó un billete de 500 francos…
Básicamente, era un provocador. Y en los años 80, sus excesos de alcohol y drogas tampoco ayudaron a que estuviese más centrado. Sin embargo, casi todas las parejas que tuvo, una vez que la relación se terminó, seguían conservando una estrecha amistad con el músico. Todas ellas hablan de su exquisita educación (por extraño que pueda parecer al ver sus apariciones públicas), y de lo queridas y respetadas que se sintieron a su lado.
MÁS GAINSBOURG…
Si estáis interesado en conocer más sobre la vida y obra de Gainsbourg, os recomiendo el libro de Felipe Cabrerizo, «Gainsbourg, Elefantes rosas». Muy entretenido, hace un repaso en detalle de su periplo vital y artístico. Además, hay listas en Spotify para poder ir escuchando los temas de Gainsbourg, en cada una de sus etapas, a la vez que avanzas en la lectura de la biografía:
Y, si cuando pase el Covid, dais un salto por París, podéis ver la que fue su casa. A día de hoy, todavía van admiradores a dejarle notas, poemas… muy cerca del museo de Orsay, en la rive gauche.
5bis Rue Verneuil, la maison de Gainsbourg
«L´amour physique est sans issue»