Supongo que cualquier fan del Rock y de la música en general, se habrá enfrentado a preguntas como ¿Cuál es mi canción favorita o mi banda preferida? He sostenido apasionados debates al respecto con amigos o con mi hermano Kike.
Es un ejercicio estimulante, pero en mi experiencia, no tiene respuesta. Así que aunque no puedo elegir una favorita, de entre los miles de temas que me gustan, creo que Paint it Black es la que más me ha conmocionado, la más emblemática. Me parece justo que mis primeras líneas vayan dedicadas a esta composición de Mick Jagger y Keith Richards perteneciente a la época de The Rolling Stones. La oí por primera vez en 1966 y me sigue fascinando.
Yo aún no iba al colegio y en casa mis hermanos y sus amigos pinchaban discos de Rock&Pop de la época. Yo me unía siempre que podía para oír canciones con ellos. No eran más que un puñado de singles, eps y algún que otro LP que ponían una y otra vez. Igual que un niño de ahora aprende a usar smartphones, yo aprendí a colocar la aguja del tocadiscos sobre los vinilos sin rayarlos demasiado.
Había canciones magníficas. Recuerdo aquellos singles de conjuntos como The Troggs, Manfred Man, o Small Faces entre otros. Pero hoy me voy a centrar en el disco publicado en la primavera de 1966 en UK, en cuya cara A estaba el Paint it Black y en la cara B Long Long While, una preciosa balada impregnada en blues. En USA se publicó en el LP Aftermath en las mismas fechas. Este LP variaba en las versiones inglesa y americana y es una joya de disco, pues contiene algunos otros títulos deliciosos.
Paint it Black siempre me resultó enigmática. Su letra atormentada, el “ritmo cabalgante” impuesto por Bill Wyman & Charlie Watts, los peculiares coros (ese rumor o zumbido omnipresente en la segunda mitad de la canción), y especialmente por los riffs de sitar, que desplazan un tanto a las guitarras.
Brian Jones había aprendido rápidamente a tocar este instrumento, al igual que George Harrison que también lo había utilizado un año antes en la canción Norwegian Wood del álbum Rubber Soul de The Beatles. Algunos críticos comentaron que quizás Brian Jones se había inspirado en Harrison, pero yo creo que simplemente eran dos grandes músicos a los que les gustaba experimentar y probablemente les gustaba compartir ideas y experiencias. En mi opinión, George Harrison utiliza el sitar en Norwegian Wood de una forma más purista, arrancándole sonidos más similares a los de la música hindú, mientras que Brian Jones lo hace sonar de manera más semejante al de una guitarra en una típica composición de música Pop.
Ha sido versionada por numerosos grupos tan diversos como Eric Burdon, Deep Purple, The Avengers, Echo and The Bunnymen, The Mighty Lemon Drops o U2. En España Los Salvajes hicieron una versión poco después de ser publicada por los Stones, y posteriormente Medina Azahara y M Clan también la interpretaron. Todas ellas correctas, pero ninguna consigue la “magia” de la original. Como curiosidad señalar que Azúcar Moreno hizo una versión agitanada de la canción.
La canción fue número 1 en varios países incluyendo UK, USA, Canadá, Australia y Holanda. Obtuvo además posiciones muy destacadas en otros rankings y forma parte de diversas bandas sonoras de películas y series, entre las que destaca La Chaqueta Metálica y Westworld.
En los conciertos de The Rolling Stones es una de las piezas de su época “sixties” que más frecuentemente han incluido en el repertorio y más queridas por el público.
Y ahora un salto de quince años. Desde una época mítica del Rock y el Pop -los años sesenta- a otra, La New Wave, no menos emblemática y muy conectada con la anterior. He elegido How Much More, una canción del grupo californiano The Go Go´s perteneciente a su primer L.P. Beauty and the Beat, publicado en 1981. Y es que The Go Go´s son en mi opinión el mejor grupo femenino de todos los tiempos. Se formaron en Los Angeles en 1978, en plena eclosión Punk y New Wave.
En sus comienzos, eran bastante Punkrockers, tanto en el sonido como en la imagen, pero poco a poco fueron dulcificando ambos. How Much More la compusieron las dos guitarristas, Charlotte Caffey y Jane Wiedlin. Es una canción de desamor, potente, puro ritmo, cantada por Belinda Carlisle a la que acompañan haciendo coros Charlotte y Jane. Las voces de Belinda y las dos compositoras consiguen dulcificar el desgarro de la letra y darle un contrapunto de optimismo.
Coexisten influencias Punkies y del Beat-Rock de los sesenta, una combinación contundente y muy frecuente en las canciones New Wave. La primera vez que la oí, fue en Rock 3, el programa de Rafael Abitbol de Radio 3. Pude grabar la canción en una cinta y algún tiempo después, compré el LP que me costó 760 pesetas en Paradiso, una tienda de Gijón con una magnifica oferta de discos de Rock y Blues de diversas épocas, y en especial de los sonidos New Wave que representaban la vanguardia musical del momento.
Tuve la suerte de compartir esa oleada de frescura con amigos de Gijón como Alejandro, Iñigo, Alfonso, Jorge y Luisma…. o Alberto, Angel y Leandro de la facultad de Geología de Oviedo. Y sobre todo, muy intensamente en el Colegio Mayor América con «Flipy», Gonzalo y otros muchos colegiales. Entre mis hermanos, Kike, Juan, Ana y Maria también supieron disfrutar con los grupos nuevaoleros que yo iba descubriendo.
Beauty and the Beat llegó a ser número 1 en Estados Unidos y fue considerado uno de los discos imprescindibles de la época. Y no es para menos, porque sus once canciones son magníficas.
Tengo también una buena versión de How Much More interpretada por Red Kross (otra banda californiana), en el recopilatorio Freedom of Choice publicado en 1992.
Aunque la época dorada de The Go Go´s fueron sin duda los primeros años 80´, el grupo se ha separado y vuelto a reunir en numerosas ocasiones. Normalmente se limitan a actuar en los USA y muy especialmente en California, en donde este verano de 2018 actuaron de nuevo con la formación original completa (Belinda, Charlotte, Jane, Kathy & Gina)
Otro salto temporal más o menos similar al que hay entre el Paint it Black y How Much More nos lleva ahora a 1997. Y también de regreso al Reino Unido. A Moseley, un pequeño pueblo cerca de Birmingham, en donde surgieron Ocean Colour Scene. Su primer disco publicado a principios de los 90 era bastante bueno, pero pasó relativamente desapercibido. En 1996, en plena efervescencia del Brit Pop apareció su segundo LP, Moseley Shoals, catapultándolos al éxito (alcanzaron el número 2 de las listas británicas). Con ese disco retaron a los consagrados Oasis y Blur por la supremacía en la corriente imperante de la época.
Mientras que Oasis reproducía evidente “sonido Beatle” , Blur transmitía innegables reminiscencias de The Kinks. Pero en Ocean Colour Secene encontramos mucha mayor diversidad. En sus canciones hay ecos de los propios Beatles, pero también de los Stones (Policeman and Pirates), de los Kinks, de The Jam (Paul Weller es uno de sus grandes mentores) o incluso de Cream (The Riverboat Song), el supergrupo de Blues-Rock formado por Clapton/Bruce/Baker
En 1997 publicaron su tercer trabajo – Marchin Already– otra joya que alcanzó el número 1 en el Reino Unido. Me regaló el disco mi amiga Sally Goodwill, ambos vivíamos en Chile en aquella época y compartíamos gustos musicales. Cuando Sally regresó de una breve estancia en York, su tierra natal, me trajo el CD recién publicado.
Al igual que Moseley Shoals, el disco es una colección de canciones memorables, sensibilidad y energía Mod. Pero entre todos los temas, uno de ellos me cautivó de manera especial –Get Blown Away– una canción que aun hoy me sobrecoge. Su letra, su cadencia, la voz de Simon Fowler, las guitarras de Steve Cradock y todo ello combinado de manera magistral.
Coexisten influencias Punkies y del Beat-Rock de los sesenta, una combinación contundente y muy frecuente en las canciones New Wave
(en referencia a How Much More de The Go Go´s)
Alejandro Tinture Eguren
Impresionante conocimiento y pasión por las buenas canciones ??Exquisito gusto musical