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Mujeres. Un sentimiento importante

El sábado previo a Nochebuena el trío barcelonés -Yago, Pol y Arnau- desembarcó en La Riviera presentando su último trabajo, Desde flores y entrañas. Rock de garaje, acelerado y festivo, con melodías potentes que se incrustan en lo más profundo de nuestras cabezas. Después de más de 15 años de carrera, están recibiendo un reconocimiento más que merecido.

Mujeres a finales de la década de los 2000 lanzaron unos cuantos singles y un primer álbum homónimo (Sones, 2009), en los que ya hacían bandera de ese rock de guitarras afiladas y descontroladas. A este primer trabajo le seguirían ‘Soft Gems’ (Sones, 2012) y ‘Marathon’ (Canada, 2015). Y, entre medias, el paso a cantar en castellano con el EP ‘Aquellos Ojos’ (Canada, 2014), un tema que roza la perfección pop:

 

En sus orígenes, Mujeres era un grupo garajero que cantaba en inglés, y empezaron siguiendo a grupos de hardcore melódico o punk como NOFX. Hoy por hoy se definen sin complejos como pop rock y hacen letras en español, en una línea similar a otros grupos de la escena actual como Axolotes Mexicanos o Carolina Durante.

Aunque hasta hace poco compatibilizaban la música con sus obligaciones profesionales (Yago es profesor de universidad; Pol, periodista y diseñador; Arnau, autor de cómics), tienen una agenda con una decena de conciertos hasta abril que les ha permitido un impás para poner todo el foco en el grupo. Esta carrera dilatada ha hecho que poco a poco -bolo a bolo-, sus canciones vayan llegando a una comunidad de fieles cada vez mayor. De hecho, en noviembre también tocaron en Madrid, en la sala Wurlitzer, los barceloneses El Diablo de Shanghai y nos comentaban que «el grupo, sin querer, fue tomando forma asistiendo a conciertos de Mujeres. Nos veíamos ahí y después de ir a sus conciertos nos apetecía hacer música».

El concierto del pasado 16 de diciembre en Madrid fue su primer lleno en La Riviera, y -según explicó Pol-, el concierto más multitudinario que han realizado en la capital hasta la fecha. Temas tocados muy rápido, con contundencia, ráfagas de rock que hicieron que la gente no dejase de botar en ningún momento. Nostalgias amorosas y sentimientos adrenalínicos describen lo que se puede esperar de un directo de Mujeres. Desde que los Fabulosos Cadillacs arrasaran en el Wizink el pasado septiembre, pocas demostraciones de tanta celebración eufórica y colectiva, y, su consecuencia natural, al final abrazos.

Mujeres: Yago, Pol y Arnau

 

Qué maldición, aquellos ojos eran turbios…

 

Un sentimiento importante, ¡para los dos!

 

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